"Cambiar no es de débiles"
Leí esta frase hace unos días en uno de los murales que Patricia Ramírez suele publicar escritos a mano en su perfil de Instagram. Y en seguida pensé “tengo que escribir sobre esto”.
En mi caso es más o menos fácil creerme esta frase, y es que soy una amante de los cambios. Soy de las que no desayuno siempre lo mismo. Voy variando… Estoy una temporada desayunando tostada de pan con aceite de oliva y de repente cambio y paso unos días con galletas, o fiambre…. O con los muebles en casa (cuando vivía sola era más fácil, ahora no me atrevo a hacerlo). Me gustaba probar nuevas maneras de colocar los muebles. Me parece que trae frescura, que mueve la energía… no sé. A mí los cambios (en general) me generan buenas sensaciones.
"...a mí me parece que
CAMBIAR ES DE VALIENTES."
Pero bueno, la frase en cuestión me ha llevado a reflexionar
sobre los cambios de más calado que los que comentaba en el párrafo anterior.
Se me vienen a la cabeza por ejemplo los cambios de opinión. Parece que cuando
estamos defendiendo una idea, el hecho de cambiarla puede transmitir debilidad.
Y no, nada más lejos de la realidad. A mí me sugiere que en el fondo lo que hay
es valentía, por ser capaces de escuchar otras opiniones, de aceptar como
válidos otros puntos de vista, y en la reflexión que ello nos provoca, hacer un
cambio de opinión.
"Pequeños cambios a veces son el origen de grandes diferencias."
Y es que lejos de mostrar debilidad, a mí me parece que
CAMBIAR ES DE VALIENTES. Cuando nos mantenemos en la misma postura, en la misma
opinión, en el mismo trabajo, en el mismo XXX (ponga cada uno lo que crea que
le aplica en su momento), sabemos lo que hay, no nos enfrentamos a nuevas
situaciones… Y está genial, eh! No siempre hay que cambiar!!! No nos
confundamos!! Pero si hay algo que nos chirría, algo que no nos gusta, algo que
nos inquieta, que no nos llena… en el ámbito que sea. No debemos agarrarnos,
resignarnos, aguantarnos… NO!! Tenemos que abrir la mente, escuchar opciones,
buscar alternativas, ser valientes y hacer ese cambio.
Y no tienen que ser cambios enormes, épicos… noooo!!!.
Pequeños cambios a veces son el origen de grandes diferencias. Piensa qué es
eso que podrías cambiar, evalúa los riesgos y lánzate, sé valiente. Cuando
hacemos cambios (con cabeza, claro!) descubrimos todo un mundo de
posibilidades. Te lo vas a perder?
Has hecho algún cambio últimamente que quieras compartir?
Cuéntanoslo!
Comentarios
Publicar un comentario